Para determinar el objetivo de renta que necesitarás para complementar tu pensión pública y poder así mantener el nivel de vida deseado en tu jubilación, necesitarás responderte a varias cuestiones, por ejemplo:
- Factor tiempo, ¿sabes cuándo te jubilarás?
- Ingresos complementarios: ¿quieres seguir trabajando a tiempo parcial una vez te jubiles?
- Si estás casado/a ¿las expectativas de tu cónyuge se ajustan a las tuyas?.
- Una vez que te jubiles, ¿piensas que tus gastos diarios se mantendrán, aumentarán o se reducirán?
- Aficiones que harás en la jubilación, ¿sabes que hobby o afición realizarás cuando te jubiles y que cuestan dinero (golf, viajes, cine, teatro,…)?
- Alternativas que implican ahorro: por ejemplo, ¿piensas mudarte a una vivienda más pequeña?
- Y la fundamental: ¿conoces cual será estimativamente tu pensión pública?.
Evidentemente, se pueden formular más preguntas y siempre serán positivas para conocer tus necesidades y poder ajustar el plan con la mejor eficacia posible.
Pensemos que durante los años en que acumulas y generas ingresos, asignar aportaciones para el ahorro con el objetivo de que produzca un capital significativo a la vez de cerciorarse de que será suficiente el efectivo para cubrir las necesidades diarias de tu estilo de vida, es un acto de equilibrio perpetuo.
Ese énfasis en el flujo de efectivo tiene una agudeza especial durante la jubilación, cuando el ingreso de dinero del empleo o negocio tiende a reducirse o a desaparecer. La planificación financiera para la jubilación debería empezar con un vistazo minucioso a tu situación económica actual, para que empieces a hacer planes realistas de cara al futuro.
Por lo tanto, deberás hacer el siguiente cálculo del flujo de efectivo mensual que necesitarás una vez te jubiles:
(+) Ingreso mensual necesario para mantener tu nivel de vida (por ejemplo, el 85 por ciento de tu ultimo salario mensual estimado antes de la jubilación). ¿Por qué el 85 por ciento de tu último salario mensual estimado antes de la jubilación?, porque, generalmente, los gastos en la jubilación son más bajos que cuando se está en activo.
(-) Menos pensión pública mensual estimada de jubilación.
(=) Igual a renta mensual necesaria a complementar.
En definitiva, tendrás que ahorrar una cantidad suficiente para que cuando te jubiles puedas suscribir (comprar) una renta mensual vitalicia (hasta tu fallecimiento) para complementar tu pensión pública. Además, esta renta vitalicia podrá ser reversible al cónyuge en caso de fallecimiento después de la jubilación o bien con devolución del saldo no consumido a favor de tus beneficiarios o con valor de rescate.
Tu asesor del plan financiero para la jubilación deberá ayudarte para cuantificar lo anteriormente indicado y buscar la mejor renta vitalicia que haya en el mercado asegurador (de las entidades con alto nivel de solvencia) con el mayor tipo de interés para que la renta sea lo más alta posible.
Para tu información, puedes estimar tu pensión pública accediendo a http://www.seg-social.es/ y entrar en “Autocálculo Jubilación”.
La realidad es que debes empezar a ahorrar cuanto antes; si lo vas dejando, cuando quieras hacerlo te supondrá más esfuerzo económico porque te quedará menos tiempo para la jubilación.
